No, no se trata de una parodia sobre Dios al estilo Terry Pratchett,
pero sí que se trata de una parodia seria. Me explico: La
novela navega y hace equilibrios entre el humor negro y la crítica
teológica. No se puede negar que el argumento es original:
Dios ha muerto y su cuerpo flota sobre el atlántico a la
espera que un petrolero fletado por el Vaticano lo revuelque a lugar
seguro
Un principio tan sencillo es lo mejor y lo peor del libro. Lo mejor
por que con un argumento así, la curiosidad te anima a leer
más y más
lo peor porque poca cosa hay más
aparte de esta idea. Al libro le falta hilo argumental para completar
la premisa única e irrevocable: Que Dios ha muerto. No nos
hace falta esperar giros argumentales de última hora, pero
tampoco observaremos como el autor trata de profundizar más
en un tema que da para mucho más.
A menudo, Morrow se va por las ramas y provoca que el ritmo narrativo
se ralentice; aunque la idea del Corpus Dei nos anima a seguir
leyendo. Pero nos encontramos también con partes que te dejan
estupefacto donde uno se hace mentalmente esta pregunta: ¿Cómo
se ha atrevido a decir esto el autor?
Resumiendo, racionalistas poco racionales, islas perdidas, antropofagia
de alto nivel, recreaciones de la Segunda Guerra Mundial
todo
esto mezclado forma una de las novelas más originales que
he leído nunca
lástima que no quede suficientemente
desarrollada.
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